Archivo Histórico
de Travesías
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Travesia: Laguna Blanca I

Fechas:del 8 al 10 de Octubre de 2004
Provincias visitadas: Catamarca, La Rioja



Vehiculos: Defe 110
Defe 90
Cherokee Classic
Escrito por:
Dante Garavaglia
Fotos por: Pablo Iñones & Dante


 

Sucedió que casi sin avisar nos cayó encima septiembre, que desde hace tiempo dejó de ser el mes de la primavera para convertirse en el que no tiene fines de semana largos, y por lo tanto complicado para hacer travesías. Pero no era cuestión de ponerse a tejer mañanitas, por lo que PAI, Norby Suárez Roig y Albertico Casado decidieron dedicarse al off road teórico, y asíse fue gestando la idea de una travesía de exploración para continuar la mítica búsqueda de un paso de Laguna Blanca al Paso del Colifa en dirección Sur-Norte.
Después de mucho Ozi Explorer, vino y mails, los techno-boys del equipo (PAI y Albertico) fueron descartando alternativas hasta quedarse con una bien difícil, lo cual era un alivio porque las demás eran directamente imposibles. En este proceso de análisis fueron de gran utilidad los datos de Ale Jausoro acerca de su intento anterior por el río Aguas Calientes, le agradecemos mucho.

 



Y así llegó el gran día, 7 de octubre. Plenos de expectación partimos hacia Belén, nuestro punto de encuentro.
Participantes:
Pablo Iñones (PAI) Dante Garavaglia (Defe 110)
Norberto Suárez Roig Pachu Serodino (Defe 90)
Alberto Casado Carlos Nunca supimos su apellido(Cherokee Classic)
Casi al final del camino hicimos una escala en Londres para visitar las ruinas de El Shincal, la ciudad más meridional del imperio Inca. Desde el mirador se distinguen el trazado de la plaza principal, templo, corrales, casas y algunas construcciones sobre los cerros que rodean la cuidad. Interesante (gracias Norby por la sugerencia).

 

 


Ya en Belén aprovechamos para dar una vuelta, comprar uno que otro poncho, y cuando el equipo estuvo completo realizamos la parte solidaria de la travesía: la escuelita de Laguna Blanca estaba cerrada por el fin de semana largo, por lo cual no estábamos seguros de poder entregar algunas donaciones que llevábamos, pero Norby tomó contacto con la gente del municipio y por su intermedio nos encontramos con Norma, una de las maestras, que estaba en la ciudad atendiendo un congreso y regresaría el lunes en un camión de la municipalidad que llevaba algunos materiales para la escuelita. ¡Bingo! La entrega y posterior transporte de las donaciones quedaron resueltos esa misma noche en Belén.


Cenamos un cierto número de parrilladas completas, bebimos una incierta cantidad de botellas de vino, dimos cuenta de buena parte de la provisión de dulce de cayote de la zona y nos retiramos a descansar.


Al día siguiente partimos por la ruta 43 y luego de trepar la cuesta de Ferrando y pasar por Villavil entramos en la Reserva de la Biosfera de Laguna Blanca, último reducto de la vicuña. Estos camélidos son muy apreciados por lo fino de su lana, pero como los vellones son muy cortos no es posible hilarla a menos que se la extraiga directamente del cuero (la fibra que se extrae mediante esquila es muy corta y requeriría tecnología de hilado más sofisticada que los husos manuales que utilizan los artesanos tejedores). Conclusión: hay una floreciente y deplorable industria de caza furtiva que ha convertido a la vicuña en una especie en peligro de extinción.

Malaya triste destino, los camélidos andinos.

Pasado el mediodía llegamos a Laguna Blanca, donde nos detuvimos para consultar con los baqueanos y conocer su opinión acerca de la viabilidad del Proxy. No se mostraron muy convencidos, y nos recomendaron que antes de intentarlo continuáramos la marcha hasta Aguas Calientes (lo cual nos desviaría medio día de la traza, entre la ida y la vuelta) y habláramos con Honorato Casimiro, que conocía esa zona y podría darnos información de utilidad.


También conversamos largamente con Alberto Giménez, de la Dirección de Recursos Naturales de Catamarca, que nos comentó sobre un proyecto digno de elogios: los pobladores y el gobierno han montado una manga de encierre y han adquirido herramientas de esquila e hilado, de manera que ahora pueden obtener la fibra sin necesidad de matar a las vicuñas. Un paso inteligente hacia el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales que aplaudimos. Ojalá el proyecto se mantenga, de manera que deje de ser rentable la caza furtiva.

 

 

 

A la huella a la huella,
Los cazadores
Si el proyecto funciona
Son perdedores.

 

Tomamos la huella hacia Aguas Calientes, durante la primera hora el terreno no ofreció dificultades importantes y luego de desviarnos por el curso de un arroyo seco llegamos a una subida de terreno húmedo y pasturas espinosas que pudimos sortear en un par de intentos, sin más consecuencias que una rueda pinchada para la Cherokee. Vale decir que estando a 3800 msnm los bloqueos de Norby no funcionaban.


Siguió una linda trepada por una senda rocosa, una bajada de dificultad media y nuevamente una hora de marcha sin obstáculos, de manera que a las 5 de la tarde llegábamos a Aguas Calientes…


… y tomábamos contacto con don Casimiro, que luego de evaluar varias posibilidades estuvo de acuerdo en que el único camino que podía intentarse era nuestro viejo y querido Proxy 3.


Pasamos la noche en la capilla de Aguas Calientes, donde fuimos recibidos con mucha amabilidad y buena disposición. Lamentamos haber dejado todas las donaciones en la escuelita anterior, ya que en Aguas Calientes hay también una, y se encuentra en una situación aún más crítica y aislada. Muy a nuestro pesar, solo pudimos ofrecerles algo de nuestras provisiones.

 

 

A la huella a la huella
Qué buena gente
Resultaron los gauchos
De Aguas Calientes

Antes del amanecer partimos, regresando en navegación nocturna sobre el track del día anterior hasta el punto de nacimiento del Proxy 3, de modo que pudimos encarar el terreno inexplorado con la primera luz.


El primer tramo a recorrer aparecía en la satelital como una meseta amplia y de pendiente suave, de unos 20 kilómetros. Al principio marchamos sin mayores obstáculos sobre pedregullo bien asentado, para pasar luego a un terreno que bautizamos como coctelera drive”: matas de pasto espinoso que crecen sobre la arena. El viento, permanente y sostenido, erosiona los espacios entre las matas, y el suelo se convierte en una interminable sucesión de lomos de camello” que dificultan la marcha y harían las delicias de un vendedor de amortiguadores. A mitad de la coctelera la Cherokee quedó colgada, y aprovechamos los minutos que duró el operativo malacate para pararnos sobre el techo y buscar un camino alternativo copiando las lenguas de terreno oscuro, menos accidentadas.

 

A la huella a la huella
La coctelera
Es difícil, taimada
Y traicionera.

 

Serpenteando, lo cual agregó algunos kilómetros al recorrido pero preservó nuestras dentaduras y suspensiones, hacia las 10 de la mañana alcanzamos el punto de cruce del cañón del Ichinogasto (N. del R.: quizás el nombre del río no sea ese, es una reproducción basada en la fonética). Maldecimos un buen rato: basados en la satelital esperábamos una trepada difícil por el borde de un mallín, pero resultó que el mallín continuaba también por los laterales de la montaña y con una pendiente aparentemente impracticable.
Regresamos bordeando el cañón para intentar encontrar algún paso alternativo, y a unos 500 metros vimos una pequeña encrucijada de pendiente suave, pero el terreno era arena extremadamente blanda. Norby hizo la bajada con su Defe 90, más liviana y equipada con doble bloqueo de diferencial, que finalmente había podido conectar (3900 msnm), y después de algunos intentos pudo subir nuevamente.



Decidimos reagrupar tripulaciones: Norby y Alberto marcharon en solitario con la Defe 90 para intentar la subida de la otra cara del cañón por la encrucijada que habíamos visto y continuar hacia adelante, los demás nos quedamos observándolos con el catalejo y aportando datos con la radio. En un excelente trabajo de equipo, la Defe 90 finalmente encontró camino posible y consiguió trepar la pared N del cañón y entrar en una meseta corta. A continuación marcharon unos 10 km paralelos al Proxy 3 en sentido N, sobre un terreno idem Coctelera Drive pero con una linda pendiente en subida. Finalmente llegaron hasta un puesto, el último de la zona, perdido en el medio de la nada.
El puestero les informó que desde allí, alguna vez se intentó cruzar en sentido NW alcanzando el río Aguas Calientes, pero que después de llegar se hace imposible la subida debido a la presencia de grandes cortadas (cosa que sabíamos de antemano por el estudio de las satelitales). También opinó que retomar el Ichinogasto era imposible, aunque PAI se quedó un gustito amargo y opinó que hará un nuevo intento en ese sentido, siga quien lo siga.



El avance de Norby se realizó en solitario debido a que el terreno intercala arenales con piedras muy seguido, y el desinflado y reinflado se hacía imprescindible varias veces... y no teníamos tanta carga para todos. En la próxima, habrá que equiparse de algún compresor que pueda trabajar hasta 4500 msnm.


Mientras tanto, PAI y Dante hicieron un intento por seguir los pasos de la Defe 90 pionera y terminaron practicando técnicas de autorrescate en la subida arenosa del cañón. Al no tener posibilidades de reinflar los neumáticos, los intentos con 50 libras hicieron la tarea imposible y los atascos a la orden del día. Lamentamos no poder mostrar fotos de la apaleada de arena a 4.000 metros de altura; en ese momento estaban demasiado agitados como para agarrar la cámara. ¿Pero quién les quita lo bailado?

 

A la huella a la huella,
Por testarudos
Terminaron paleando
Como… orejudos.


Reagrupamos y emprendimos el regreso con un premio consuelo: si bien no habíamos conseguido terminar el cruce, al menos logramos un avance que facilitará los próximos intentos.
Deshicimos el camino andado dos días antes sin encontrar ninguna dificultad (salvo los lomos de camello que no nos cansaremos de vituperar en este relato ni a lo largo de nuestras vidas), y a las cuatro de la tarde estábamos nuevamente en la ruta 43, donde nuestros rumbos se separaron: Albertico y Charlie marcharon con rumbo sur hacia Ischihualasto (tenían todavía tres días más para dedicarse al turismo aventurero), Norby y Pachu pusieron proa a La Plata, PAI y Dante encararon al norte para dirigirse al Peñón y hacer la vuelta al volcán Galán y el Salar del Hombre Muerto al día siguiente.


A la huella a la huella
Nos separamos
Muchas gracias por todo
Buen viaje, hermanos.

 

 

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