Camino a Puerto Ocampo – Segundo Intento – Por Jorge Alonso

Este fue el segundo intento de llegar a Puerto Ocampo desde Villa Ocampo. Nos habiamos preparado una semana antes para este intento, transitando un camino construido por la empresa de Ferrocarril en la epoca de la explotacion forestal y luego fuera abandonado algunos años mas tarde, con poco y nada de mantenimiento desde entonces a la fecha. Los vehiculos esta vez fueron una Nissan Nativa y el Defe 90.

A causa de la creciente del Paranacito, esta vez no pudimos vadearlo como en el intento anterior. En esta ocasion, debimos cruzar mediante una balsa arrastrada por un "poderoso remolcador"… que disimulaba su poderio con un aparente estado de deterioro, nada mas lejano de la realidad.

Aqui estan los vehiculos subiendo a la balsa

El cruce del rio Paranacito, sobre la balsa y preparando el viraje para enfilar a la orilla opuesta.

Aqui los exploradores observando el horizonte. Esa botellita que se ve sobre el techo de la Nissan llevaba en su interior una mezclita magica para neutralizar el fresquito ambiental.

Ya del lado opuesto del Paranacito, el camino estaba mas que pesado,por la lluvia; ademas, aparentaba que le habian movido la tierra hacia no mucho tiempo, dificultando un poco el avance de las chatas (o mas bien haciendolo mas entretenido aun).

Mas adelante llegamos a esta bajada, que aunque la foto no haga justicia, resulto realmente brava debido a lo resbaloso del suelo combinado con la pendiente.

Una vez superado el ultimo de los obstaculos, llegamos al campamento de mitad de camino. Inmediatamente nos alistamos a preparar algo a la parrilla, mientras que calmamos nuestra sed y recuperamos algo de temperatura corporal.

Partimos nuevamente una vez finalizado la ceremonia del almuerzo, y ya hacia media tarde llegamos al ultimo reventon. Lamentablemente, debido a que la creciente en ese momento superaba los dos metros de por encima del nivel habitual, resulto imposible cruzar y no tuvimos mas alternative que emprender nuestro regreso en forma anticipada.

Mientras volviamos, se me ocurrio fotografiar este hermoso Ceibo en flor, simbolo de nuestra querida patria.

El camino de regreso nos recibio con una agradable sorpresa mas. Al llegar a un ranchito perdido, salio de dentro un simpatico paisano para saludar y aprovechando la occasion de recibir a los desconocidos visitantes, nos recibio con un plato de frescos chipas recien preparados… Esto solo se ve en estos pagos!!

Ya entrada la tarde y con una tormenta que se preparaba para bañarnos, llegamos a la balsa para repetir el cruce del Paranacito y llegar sanos y salvos a nuestras casas.

Este Segundo viaje nos dejo con las ganas al igual que el primero, pero tambien nos cargo de pilas para intentarlo pronto y lograr que la tercera sea la vencida, para poder llegar en camioneta a Puerto Ocampo. Esta vez, solo nos faltaron unos escasos 2 km.

Hasta la proxima,
Jorge Alonso

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