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Histórico de Travesías. |
Travesia:
Semana Santa en San Rafael Fechas:Semana Santa 2005 Provincias visitadas:Mendoza Duraccion del Viaje: 4 dias |
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Habíamos tenido varias reuniones previas al viaje en las que discutimos horarios de salida y rutas posibles y hasta un asado fallido por culpa del odioso clima que no quiso estar de nuestro lado ese día. Éramos de la partida:
Al final quedo decidido democráticamente salir el miércoles 23/3 a las 8:30 hs y el punto de reunión era la estación de servicio YPF que esta sobre Gaona a la altura de Lujan, excepto Quique que estaría saliendo a las 14 hs. Llegando puntualmente a las 8:25 hs
al lugar indicado y luego de pelearme con el “coladito”
para que bajara el volumen de la cumbia villera que me había
invadido el estereo, me decido a modular con el VHF a ver si ya
estaban todos allí. Luego de preguntarme si soy un gil porque que siempre llego temprano (léase a horario) o si la radio no estaría en condiciones de afrontar este viaje, escucho una contestación… - Si tano… acá Robert…
donde andas? Aprovecho el momento de esparcimiento que me da la vida y mientras espero a los demás agarro el movicom. Disco, 15-5… - Hola Jonda? Vuelvo a discar: 15-5… - Hola
Suizo??? Al instante modula el VHF: Nos fuimos juntando con Robert y Leo, y circulando a 105 km/h ya en carrera los 3 hacia San Rafael, comenzamos a disfrutar del viaje. Charlamos por la radio y comentamos las cosas que íbamos a hacer en Mendoza… De repente sale por el parlante del
VHF: - Si Jonda, te copio fuerte y claro. Muy buena la ruta… lindos paisajes.
Ibamos orgullosos de nosotros y de nuestras chatas. Charlando por
radio decidimos parar a almorzar y elegimos una estación
del ACA bien grande, en General Villegas. Allí nos encontramos
con Calze y su poderosa nave, cargando nafta… 150 litros!
Yo que me quejaba de la Path! También estaba Javier Pla con
Carlos Correia que estrenaba camioneta. Después de un pequeño sanguchito para no estar pesado, salimos nuevamente a la ruta. Me estaba durmiendo de ir a 105 km/h así que pedí permiso al resto para adelantarme un poco y disfrutar de los caballos de mi Path “Sin Gas”. Siendo autorizado como corresponde, me adelante unos kilómetros a 140 km/h como para descarbonizar… El coladito se dio el gusto de poner sus “ cumbias” y Vicky preparo unos mates que estaban espectaculares. Ya cerca de General Alvear, decidimos parar a esperar a Robert y a Leo. Mi calculo era que si yo venia a 140 km/h y ellos a 100 km/h, solo les habría sacado 80 kilómetros en 2 horas, por lo tanto tendrían que alcanzarme en una hora como máximo. Me decidí entonces a descansar un poco y me acosté en el asiento trasero. Victoria se puso a leer mientras tomaba solcito y Gastón ya no sabia que hacer para joder menos… Como no podía dormir, agarre
el movicom y lo llame a Quique… Pasada la hora de estar detenidos
me comencé a preocupar porque no llegaban. comencé
a modular por la radio, pero nada… silencio total. Las especulaciones
comenzaron a aparecer en nuestras mentes. Victoria decía
que seguramente se habrían detenido a tomar algo, Gastón
pensaba que a Leo se le había roto el parabrisas (que se
le había rajado al salir), y yo me sentía mal por
no haberme quedado con ellos. Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
…que ya lo solucionaron y están
viniendo… ahí pasamos… nos viste? DIA 2: Me levanto a las 8 hs y me dirijo al comedor del hotel a desayunar. Ahí me encuentro con Ivan (que se unía al grupo. El venia de La Rioja ya que se había tomado unos días mas en su laburo.) con sus pequeñitos cumpliendo como corresponde su papel de padre. Charlamos un rato y a eso de las 8,30 hs se me ocurre preguntar donde estarían los demás ya que no los veía en el bar. Fui a la conserjería y le pedí que los despertara a todos. No les voy a contar la cara que tenían mientras iban apareciendo en el comedor a desayunar… Aproveche para llamar a gendarmería y confirmar que iríamos al día siguiente a Laguna Diamante y el Volcán Maipo, y para pedir el parte meteorológico. Todo estaba ok y nos dejarían pasar sin problemas. También lo llame a Quique quien estaba en camino. - No salí anoche Horacio, estaba
muerto. Recién salgo, hagan ustedes lo que puedan que yo
llego para cenar. Vuelvo del locutorio para el hotel y no había nadie. Zas!!! Se pudrieron de mi y me dejaron!!! No, no era eso… Las mujeres estaban disfrutando de la pileta del hotel, el Oso se había ido a saludar a un cliente, Leo se había ido a saludar a un amigo, Robert estaba poniéndole agua a la “Calentona”, Ivan estaba limpiando la suzuki que tenia galletitas y leche volcada por todos lados. Al final nos pudimos reunir y salimos
a las 13 hs del hotel… El Oso modula por la radio: Nos dimos cuenta que el metro cuadrado de sombra se cotizaría muy caro por esos pagos, así que nos conformamos con los escasos que habíamos conseguido. Finalmente llegamos a las hermosas huellas que nos llevarían a los famosos medanos del Nihuil. Lindos caminitos, algunos cruces de ejes jodidos, uno espectacular para las fotos donde las chatas se bamboleaban dejando las ruedas en el aire como 1 metro. Las huellas se hacían pequeñas a veces y con la alta presencia de ramas se escuchaban algunas palabrotas y la chata de Leo se mereció el apodo de “La Rayadita”. Siguiendo a rajatabla el track que marcaba mi GPS me metí con la Blackfinder en el garage de una casa. De un lado me miraba atónito el dueño del rancho que no entendía muy bien que hacia yo adentro de ese garage y del otro lado, mas bien de atrás, me miraban mis compañeros, dudando de verdad si continuaban dejándome ir delante de ellos. Tras resolver la equivocación y saludando al dueño de casa seguimos camino. Llegamos al pie de una alta montaña y comenzamos a subirla. El camino era todo ondulado como los caminitos de los cuatris de Pinamar y Gesell pero se diferenciaba en que subía incansablemente hacia la cima, escalón tras escalón… Se escucho la voz de un poeta decir
que eso parecía una “escalera al cielo” y a modo
de burla solo se oyó el silencio de radio. Comenzó
a hacerse de noche y el camino se mantenía iluminado por
una luna llena hermosa que parecía estar puesta allí
solo para nosotros. Para todo esto nosotros habíamos terminado de subir la “escalera al cielo” y el camino se había transformado en un “infierno”. No se veía nada, había piedras por todos lados, hacia frío, pero justo enfrente de nosotros se abrían las hermosas dunas del Nihuil iluminadas tan solo por la luna llena… Bueno…no querían of rou???
La cosa es que yo venia adelante y perdí el camino…
Les pedí a todos que esperaran un poco hasta que yo encontrara
el camino y tome a la derecha… no, no, por acá no es…
entonces tome a la izquierda… no, no, tampoco es por acá… Quique, que había salido de la trampa de las dunas, comenzó a subir hacia nosotros de manera que podamos encontrar el camino de bajada hacia las dunas. Subiendo… subiendo llego a un punto donde el camino se terminaba y estaba a tan solo 500 metros de nosotros pero 100 metros mas abajo. Tras pensar que ese track lo habían hecho caminando y putiando como siempre, decidimos que lo mejor seria que las familias regresaran por el mismo camino de subida. Jonda y Victoria se avocaron a buscar
con el busca huellas y la linterna un camino posible para que pasara
mi camioneta ya que subir era imposible. Nos sentamos con Gastón
en una roca a esperar y escuchamos por la radio a Quique que nos
informaba: Ya en el hotel pudimos disfrutar de la pileta y el jacuzzi para nosotros solitos. DIA 3: Nos levantamos tempranito ya que el
destino de este día era Laguna del diamante. Tras la breve explicación de donde estábamos, hacia donde íbamos y lo que se podía y no se podía hacer, nos cobro, entrego una bolsa de residuos por camioneta, una bolsa con carne para los guardaparques de la laguna y nos despidió deseándonos suerte. Ahí nomás, apenas llegamos a los 2800 msnm la chata de Robert se gano el apodo de “La Calentona”. Como penitencia la bajamos al puesto Alvarado y tuvo que esperarnos allí hasta nuestro regreso. Seguimos subiendo y ahora fue la chata de Quique la que se gano el apodo “La Escupidora” ya que por la diferencia de presión con la altura “escupió” todo el aceite de la caja de cambios y dejo de andar. A esta la abandonamos allí mismo en un costado del camino y tras reagruparnos de nuevo en las chatas que quedaban, seguimos viaje. Los bolsos del Oso, terminaron de llenar mi baúl y el baúl de la chata de Leo. Siempre me pregunto que es lo que lleva el Oso en esos bolsos gigantes? Subimos y la verdad que el paisaje es inigualable. Un valle espectacular a 3800 msnm… guanacos que aun no habían emigrado nos deleitaban con su presencia desde el borde del camino. Pasamos por un refugio que esta hecho en la piedra de la montaña, algo espectacular , sin palabras. Al fin llegamos a el refugio del guardaparque y allí nos dimos cuenta que la carne para ellos había quedado en la chata de Quique. Pedimos disculpas por el olvido y tras recorrer la zona, mirar todo, hacer las fotos correspondientes y comer algo, emprendimos el regreso. Nos desviamos hacia el refugio Sarmiento y había mucha nieve sobre el camino. La Vitara de Ivan dio clases en la nieve a pesar de los presagios de Jonda que auguraba que solo las Path llegarían arriba… Al regreso eslingamos a la chata de Quique y llegamos a San Rafael sin inconvenientes. Aquí me gustaría comentar
algo personal: DIA 4: Felicidad. día libre! Me levante tranquilo a las 9,30 hs y salí a desayunar. Estaban todos allí, increíble…. Menos Quique que era quien tenia que llevar la chata a ponerle aceite a la caja. Bueno, era el día libre así que tranqui Tano… tomate todo con filosofía. Salimos al 1/2 día para el dique. Allí un grupo de hambrientos se fue a almorzar mientras el grupo de valientes nos fuimos a hacer hidro-speed. Quique, el Oso, Jonda, Gastón, Victoria y yo nos animamos a la bravura del río, a enfrentar las rocas y el cauce con esa pequeña tablita de plástico. Nos chocamos a todas las rocas que había y salimos todos rayados y lastimados… eso si, nos reímos muchísimo. Mas tarde y después de juntarnos y almorzar todos juntos se fueron todos a hacer rafting, donde según me contaron la pasaron re-bien. Con Vicky nos fuimos a cruzar el dique remando en un botecito que parecía de juguete. Todo estuvo genial hasta que apareció un tarado en una lanchita que se puso a dar vueltitas alrededor nuestro… fue el momento donde lamente no haber puesto la 9 mm en la mochila con el mate… Al final nos encontramos todos regresando al hotel. La cena estuvo muy buena. Yo me adelante con Vicky y Gastón porque queríamos comer temprano ya que regresaríamos por otro camino un poco mas largo y deberíamos levantarnos bien temprano. Fuimos a comer a La Fusta, donde nos había llevado Titi el año pasado… Cuando entre, le digo al encargado: “Somos 3 ahora y en una hora seremos 21 mas. Podrás armar una mesa?” Se empezó a cagar de risa como toda respuesta. Comimos solo nosotros y los demás
tuvieron que ir a otro lado. A otro día nos levantamos temprano
y salimos de regreso por el camino largo… pero eso es otra
historia. Seguramente me olvido de muchas cosas que ya comentaran los demás… y pongan las fotos!!! Disculpen si es largo pero estaba al pedo y aburrido...
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