Visita al Avion en el Cerro Linderos, Provincia de Cordoba, en Solitario.
El viernes 8 de Octubre, a las 22 hs, salimos con Paula de casa rumbo a Córdoba. El viaje en la ruta fue bastante malo, ya que llovió casi todo el tiempo y en varios tramos tuvimos niebla, lo que nos hizo tener un promedio bastante bajo.
Aproximadamente a las 7 de la mañana estábamos entrando a la cabaña que habiamos alquilado para el fin de semana en la localidad del El Durazno. Este pueblo se encuentra emplazado entre las Sierras de los Comechingones, a sólo 7 km de Yacanto de Calamuchita y a 37 km por ruta de Santa Rosa de Calamuchita.
Le pregunte al propietario de la cabaña como había estado el tiempo en la zona y me dijo hacia 6 meses que no caía ni una gota de agua, pero que entre la noche del viernes y la madruga de sábado “se habían llovido los 6 meses juntos”...(la misma tormenta que tuvimos que soportar en la ruta!).
Contando con ese dato optamos con Pau en ir a descansar un poco, aprovechando que había salido el sol y esperando que esto secara un poco el barrito que habría arriba en el camino al lugar donde se encuentra el avión estrellado.
Estaba en nuestros planes encarar la trepada el mismo sábado lo mas temprano posible, para evitar tener que andar en solitario por el medio de la montaña y de noche. Salimos de la cabaña a las 10 hs y emprendimos la marcha por el sinuoso pero bellísimo camino de ascenso, que nos llevo por a través de bosques y trepadas.
A las 11:40 ya estábamos en la bifurcación que divide el camino de ascenso al cerro Champaqui del otro camino que es el que sube al cerro Linderos sobre el cual se estrellara el avión.
Aquí empezaba la parte de“travesía” de este viaje de fin de semana...
Los primeros metros del camino presentaban un suelo firme, aunque cubierto por algo de barro producto de las lluvias de la madrugada. Los primeros 4 kilómetros eran de una huella bien marcada, que poco a poco se fue deteriorando.
Luego del tramo inicial, el piso empezó a mostrarse algo mas complicado, ya que al barro presente en el piso se le sumaban algunas piedras de tamaños considerables. Si bien esto no presentaba una dificultad significativa, requería de un poco mas de atención que la que fuera necesaria hasta ese momento.
La trepada no fue demasiado complicada y ya cerca de las 16 hs llegamos a metros de la cima del cerro Linderos, en donde se encuentra ubicada la cruz que recuerda a las víctimas del siniestro.
Nos sentimos conformes de haber llegado a la cima invictos, o sea, sin encajadas. Sin embargo, el barro y las piedras iban a congeniar en nuestra contra para no hacer tan fácil nuestro regreso...
Descendimos del vehículo y empezamos a caminar hasta llegar a ver el avión. En ese momento, nos miramos con Pau y nos impresiono ver el tamaño de los restos que allí se encuentran. La impresión fue aun mayor al encontrar las placas que recuerdan los nombres de los fallecidos en el accidente, algunas familias enteras e inclusive niños muy pequeños.
Este valle es el que el avión debía venir remontando, y por lo que se ve, le falto muy poco para sobrevolar el cerro.
Recorrimos un poco el lugar, sacamos algunas fotos y subimos nuevamente. No nos dieron muchas ganas de quedarnos ahí, realmente nos bajoneo mucho la situación .
El Fokker F-27 Friendship 400M TC-72 de la Fuerza Aérea Argentina, operado por LADE, chocó contra una de las paredes del Cerro Champaquí de 8000ft, en la provincia de Córdoba, mientras volaba en medio de pésimas condiciones atmosféricas, con lluvia, turbulencia y vientos fuertes. En su interior viajaban cinco miembros de la tripulación y 48 pasajeros, que resultaron muertos a raíz del impacto. El Fokker había partido de Comodoro Rivadavia para realizar un vuelo a Córdoba vía la Villa Reynolds.
Bueno, ya en la chata nuevamente decidimos con Pau rezar por las vidas perdidas en este accidente. Buscamos luego un lugarcito y almorzamos algo, reponiendo energías para ya emprender la vuelta que iba a ser movidita.
La vuelta empezó sin complicaciones, pasando por encima de los tramos mas complicados sin mayores problemas, pero como ya les adelante, el barro se iba a tomar venganza...
Así fue como en una trepada con varios escalones y con bastante barro, nos quedamos sin adherencia casi llegando arriba, lo que provoco que la chata bajara como por un palo enjabonado, deslizándose hacia atrás y hacia el lado del acompañante, casi saliéndose del camino. Eso no fue todo... la rueda delantera derecha cayo dentro de un pozo, por lo que la chata quedo en un ángulo poco agradable y sin posibilidad de traccionar para salir de la precaria situación.
Mi pensamiento al ver la situación completa fue: “Estas complicado Nene !”.
Sin perder tiempo, busque el Hi-Lift y las planchas, con la idea de usarlos para levantar la chata y sacar la rueda del pozo. La maniobrano resulto tan simple, ya que ni bien comencé a hacer fuerza con el Hi-Lift, el piso cedió totalmente, dejando caer la chata totalmente dentro del agujero, en un ángulo tan inclinado que hacia que la rueda trasera izquierda estuviera a unos 70 cm del piso... “je je...ahora si te quiero ver” pensé.
Lamentablemente, tanto Pau como yo, olvidamos por completo la tarea de sacar fotos en el momento, y nos pusimos en la cabeza algo mas primordial... regresar a la cabaña con la camioneta sana y salva!
Fue muy gracioso el comentario de Pau, que estaba detrás del volante de la chata para manejarla cuando el malacate la sacara de esa incomoda situación, y cuando la chata escoró hacia abajo, ella muy tranquila me miro y me dijo: “Amor... y si pedís ayuda por radio? ...con un tirón para atrás salimos facil... además, si la volcás te vas a enojar mucho!” – Se ve que no tenia confianza en mis técnicas de rescate“ autorescate” .
Le conteste a Pau que no se preocupara, que creía que podía salir sin volcarla, solo haría falta algo mas de trabajo...
Entonces, otra vez a la caja a seguir sacando elementos de rescate. Esta vez traje la pala, la polea de reenvió y el ancla. (Agradecimiento especial a GABI “ Perroviejo”que me prestara el noble elemento)
Con la pala le fui dando algo de forma al fondo del pozo, como para facilitar el avance de la rueda y reducir la carga de trabajo de malacate.
Luego me lleve el cable del malacate lo mas lejos posible para aprovechar al máximo su capacidad de tiro que esta en las primeras vueltas del rodillo. Esto fue principalmente porque el pobre Warn tendría que hacer el doble trabajo de sacarme del pozo y encima remontar la pendiente....
Busque un lugar en donde clavar el ancla e invoque a “ San Pull-Pall “ja ! para que fortaleciera el punto de agarre, entonces empecé a tirar con el malacate.
Al principio, la chata se escoraba mas y mas, mientras que Pau adentro se preparaba para entrar al club de los volcadores. Un poquito mas de esto y luego la rueda delantera derecha llego bien al fondo de pozo y empezó a morder la huella preparada con la pala.
Un poquito mas de tirar con el malacate y de a poco fue saliendo y enderezándose. La primer parte del trabajo estaba hecho. La chata estaba ya casi derecha y fuera del pozo.
Ahora nos quedaba la segunda parte, ya que tenia que lograr subir nuevamente al camino desde el costado en que estaba ahora la chata, tarea que no seria fácil ya que las cubiertas estaban empastadas de barro hasta no verse los tacos. Para no arriesgar ni un metro, decidí cambiar de lugar el ancla y subir nuevamente a malacate hasta un lugar plano.
Esto suena sencillo, pero luego de una hora y media de trabajar en el barro y en la cuesta, uno se pone a pensar cuanto mas como pesa todo el equipo de rescate estando solo!
Guarde todos los chiches en la caja y mientras lo hacia, pensaba: Planchas, polea, ancla, Hi-Lift, pala, todo fue amortizado en estas dos horas de trabajo y bien valió la pena haberlos cargado a la hora de preparar las cosas para el viaje.
En adelante, debería intentar llevar un ritmo intenso, ya que eran ya las 18:30, y de encontrarme con otra situación similar a esta pero de noche, estaría realmente en problemas.
Seguimos por suerte sin mas encajadas pero laburando mucho con la chata en la parte trialera, mirando cuidadosamente donde pisar, ya que en el camino había aun varios tramos en subida, con mucho barro y piedras, lo que complica su transito ya que no pueden encararse con gran inercia.
Siendo las 20:30 llegamos a la bifurcación de camino, por lo que nos sentimos aliviados y tranquilos, ya que llegaríamos sin mas inconvenientes a la cabaña para pernoctar.
Debido a que había estado metiéndome en el barro y el agua, me encontraba bastante mojado y digamos, con algo de frió. Decidimos entonces detenernos a comer en el camino, en un lugar que se llama Aldea Rivendel (muy recomendable).
Terminada la cena, llegamos a la cabaña, exhaustos y agotados, además de muy contentos por el viajecito del día.
El Domingo por la mañana desayunamos en la terraza de la cabaña, aprovechando para disfrutar de un excelente día de sol. El día lo dedicaríamos a pasear ya que creo que no hay que no abusar de la solidaridad de nuestras mujeres, que nos bancan y hacen la pata en este hobby.
Nobleza obliga:
Tengo que agradecer especialmente a Pau por no haber dudado, ni un poco cuando le propuse hacer esta mini travesía nosotros solos, como también el apoyo que me da en mis otros viajes con el resto del T.A.T.
Mi mujer sabe bien de mi pasión por el 4x4... Diosa total!
Espero se hayan divertido un rato.
Hasta el proximo viaje.....
Saludos
Javier Pla y Pau.
TOYOTA ADVENTURE TEAM