Etapa 1: Las Búsquedas…
Algunos de nosotros estuvimos presentes en el café el día que el Colo nos contaba respecto del desafío. La pasión y ganas que le ponía, nos contagio como siempre, tanto que al día siguiente estábamos buscando cualquier tipo de información para saber hacia donde enfilar.
Los participantes de la salida fuimos:
Javier
Pla (Delta 1) y Carlos Pastilla Correia (Hilux Limited Perlada)
Pablo Perez, Andres G. y Gustavo Fernandez (Gusti) (SW4 Perlada)
Partimos de Buenos Aires rumbo a Salta el sábado 23 de agosto temprano por la mañana. Acompañados por la escolta personal de Sergio Solari (integrante del grupo, que por razones laborales no pudo viajar) recorrimos el camino hasta Rafaela, en donde nos despedimos de él, para seguir nuestra ruta hacia Salta Capital.
Alrededor de las 21:30hs. nuestro nuevo amigo, el "Personaje" Gary Pekarek (alias Krusty o Gary Pimiento) de AlterNativa Salta http://www.alternativasalta.com.ar se juntaba con nosotros para cenar y concensuar las rutas y destinos elegidos para ir en búsqueda de los rastros dejados por los dinosaurios algunos millones de años atrás. Al mismo tiempo nos golpeaba también con un balde de agua fría, al contarnos que el geólogo Dr. Ricardo Alonso no podría acompañarnos como había prometido.
Unas cuantas botellas de cerveza más tarde (casi siete) y con el celular de Gary envuelto en llamas ya teníamos nuestro nuevo Experto en Huellas, el estudiante universitario Santiago Sánchez, quien estaba finalizando su tesis de la carrera de geología. Santiago nos asesoraría en la búsqueda de las huellas con toda la información y conocimiento que pudiera aportar. La partida hacia nuestro primer destino sería al día siguiente a las 09:00hs. Regresamos al hotel caminata por medio, para admirar la vista nocturna de la Catedral de Salta.
Pasamos a recoger a Gary por su casa y a Santiago a unas cuadras de allí y pusimos proa hacia el poblado de Alemania. Allí nos esperaba una larga caminata río arriba en dirección a la Quebrada del Hacheral.
Mochilas con botellas (esta vez de agua), cámaras de foto y GPS en mano, comenzamos la caminata por el lecho del río. El calor hacia pesada la trepada y el arenoso suelo complicaba aún mas el caminar, pero el ánimo de la tropa se mantenía en alto (el de algunos mas que el de otros). Casi dos horas mas tarde, encontramos ante nosotros una pared de roca inclinada casi a 45 grados sobre un costado del río. Sobre ella, Santiago señalaba unas seis o siete pisadas que atestiguaban que hace casi setenta millones de años atrás, rondaba por allí un dinosaurio.
Clarísimas a la vista de un geólogo, las mismas habían sido delineadas exteriormente con tiza para que pudiéramos identificarlas y fotografiarlas.
Se trataba de un animal carnívoro de entre tres y medio y cuatro metros de altura que caminaba erguido y que – para que se den una idea – debió ser parecido a los conocidos Velocirraptores de Jurassic Park. Su nombre científico era Avelisaurus, y se trataba de un Terópodo Bípedo, cuyas pisadas medían aproximadamente 44 cm de largo x 20 cm de ancho y una profundidad de casi 5 cm.
Realmente emocionados, descargamos toda nuestra alegría a través de los obturadores de las cámaras de fotos mientras Santiago nos explicaba de que manera una pared de piedra supo ser alguna vez una playa marina o quizás el lecho de un río. Una vez terminada la sesión de fotos, emprendimos el regreso un poco agotados pero muy contentos.
Decidimos tomarnos un recreo antes de subirnos nuevamente a la ruta, por lo que improvisamos un a rica picada justo al lado de una fresca acequia en la cual aprovechamos para calmar nuestros acalorados pies.
Las ansias de poner la baja y la doble fueron calmadas con una incursión por el río con las chatas, con oportunidad de prueba de la linga elastica incluída.
Desde Alemania, nos dirigimos entonces hacia Chicoana, para pasar la noche. Durante la cena, mientras repasábamos las fotos en la computadora, tomamos conciencia de lo afortunados que somos, ya que probablemente, no más de una veintena de personas haya conocido ese lugar. Al día siguiente nos esperaba otra aventura.