Segundo día:
Antes de comenzar este segundo relato quisiera
compartir un aprendizaje del primer día, nosotros hicimos algo
que no debiéramos haber hecho, circular por un camino propenso
a derrumbes, en un día de lluvia, solos, sin ningún otro
vehículo y a pesar de todos los carteles que indicaban lo contrario.
Hoy veo el riesgo innecesario que corrimos,
creo que no vale la pena repetirlo, esos caminos son muy propensos a derrumbarse,
la lluvia potencia el tema y ni hablar los 3000 kilos que teníamos.
De hecho tuvimos que regresar por un derrumbe que a juzgar por los árboles
y la forma no tenía demasiado tiempo.
Moraleja: con la adrenalina a tope una hace
estupideces que luego lamenta (por suerte) caso contrario sirven de experiencia
a los que quedan ...
A la mañana del segundo día,
con un tripulante seriamente afectado por la puna decidimos llevarlo al
Hospital de Abra Pampa, luego de darle oxígeno, una inyección
de Decadrón nos recomendaron bajar hasta Humahuaca y esperar allí
uno o dos días para que se aclimatara, luego volver a subir.
Algunas fotos de los paisajes sobre la ruta:
Camino a Humahuaca, mientras nuestro compañero se mejoraba decidimos
cambiar el rumbo e intentar llegar a Iruya.
Momento en el que decidimos dar la vuelta
(como verán se nota claramente quien no estaba pasando su mejor
momento, pero en honor al grupo apoyó la idea de ir a Iruya)
Les paso algunos datos que saqué
de Internet sobre dicho pueblo.
Iruya:
Pintoresco pueblito salteño situado sobre un promontorio en el
valle del río homónimo, y cuyo único camino de acceso
es por Humahuaca, distante a 77 km de ésta.
Su acceso se inicia en Humahuaca siguiendo
en el trayecto el pueblo de Iturbe, Chaupi Rodeo, y Abra del Cóndor
de 4000 m.s.n.m. En verano debido a las lluvias el acceso puede resultar
dificultoso. Situado en las entrañas de las sierras de Zenta, Iruya
fue un pueblo de tránsito, pues allí descansaban las caravanas
y arrias que llevaban mercancías de la Puna al valle del río
San Francisco o viceversa.
Su fecha de fundación precisa se
ignora, pero según algunas fuentes se remontan a 1741. Son muy
interesantes las terrazas de cultivos en las inmediaciones del pueblo.
A una distancia de 9 Km, por desfiladeros peligrosos y serranías
de pendientes abruptas, se encuentra el pueblo precolombino de Titiconte.
El primer domingo de Octubre se efectúa la fiesta de Nuestra Señora
del Rosario, patrona local, ocasión en que realizan las danzas
rituales de los Cachis, además se reúnen en las afueras
de Iruya cientos de peregrinos, promesantes y mercaderes que ofrecen en
venta sus productos en policroma festividad.
Aprovecho también para agregar datos
de Casabindo, por donde pasamos el día anterior:
Pequeño pueblo puneño, situado
a 55 kilómetros a sudoeste de Abra Pampa, a una altura de 3.377
m.s.n.m.; por la Ruta Provincial 11, sus orígenes hispanos se remontan
a 1602. Fue antiguo asiento indígena, y en las proximidades se
asientan los yacimientos arqueológicos de poblados primitivos como
Sorcuyo extremo norte de la Laguna de Guayatayoc (a 23 Km de Casabindo).
En el siglo XVIII, Casabindo cobró
inusitada importancia al levantarse en el pueblo la iglesia considerada
como “ la Catedral de la Puna “. Unas de las campanas en la
torre lleva la fecha de 1722, La bóveda es de material, de forma
de medio cañón, y continua hacia el frente hasta cubrir
el atrio. La decoración interna es de gran valor histórico.
El Toreo de la Vincha
En ocasión de la Fiesta Patronal de la Virgen de la Asunción,
tiene lugar una lidia de toros, donde improvisados reclutados entre los
muchachos del público asistente deben procurar arrancarle de las
astas del animal una cinta con monedas de plata. Esta corrida se realiza
en el patio rectangular frente a la Iglesia, todos los 15 de Agosto. Es
una costumbre española trasplantada con forma propia del norte
argentino y que perdura desde la época de la colonia, se diferencia
porque aquí no se hiere ni mata al animal.
Antes de entrar a Iturbe
En el cartel de Iturbe (también se nota el estado de nuestro amigo
al fondo)
Entrando con el G a Iturbe
Paisajes y cruces sobre el río (creo que lo cruzamos un millón
de veces)
Cementerio y Corrales de Piedra
Chiquitos que encontramos sobre el camino y estuvimos charlando un rato.
Paisaje llegando al punto más alto:
Sobre el abra, punto más alto del trayecto (4000 m)
Abajo, al fondo de la foto, bajo las nubes
y al pie de las montañas estaría Iruya
Cartel sobre la ruta que indica la dirección hacia Iruya y a Colanzuli
(este último pueblito lo verán sobre el margen opuesto del
río, con unas muy buenas barrancas y muchos cultivos, la verdad
es que es un lugar espectacular)
Al fondo podrán ver los sembrados
de Colanzuli, en otras fotos se ve claramente la pendiente de los cultivos
y las barrancas que caen sobre el Río Iruya:
Cóndores sobrevolando la montaña
Camino de bajada y algunas fotos de Colanzuli:
Colazuli
La “Nave” en una de las miles
de curvas y el Río Iruya al fondo
Algunos sembrados, campamento de Vialidad
Nacional y parada de colectivos.
Paisaje típico sobre el camino y
el Río
Justo en el momento en que ya se veía
la capilla de Iruya nos encontramos con el transporte local, normalmente
utilizado por lugareños y turistas para poder acceder a Iruya.
La Capilla de Iruya al fondo.
Entrando a Iruya, llegando a la Iglesia
El G y la Iglesia
Las banderas de Argentina y Salta a media
asta por la muerte de Juan Pablo II
Recorriendo las callecitas de Iruya
Paisaje de Iruya y yo arruinando la vista
...
La Hostería de Iruya se llega a ver
sobre el cerro y al fondo de la foto (estaba cerrada por reparaciones)
Burros llegando con leña para las
cocinas del pueblo, eran 6 o 7 burros que van solos, guiados desde atrás
por una coya que les va hablando y apurando el paso (regresan solos a
su corral, donde tienen agua y comida, esta es una forma típica
de transporte y carga en la Puna ya que los animales regresan solos a
su corral, solo se los carga y de vez en cuando se chequea que la carga
esté en orden, más adelante lo verán en otras fotos
donde los burros tienen cargadas bolsas se azucar y harina y están
emprendiendo el regreso)
Partido del Domingo, como verán la
cancha de pasto no tiene nada, esto es algo típico, siempre se
ven dos arcos de football sobre terrenos totalmente cubiertos de piedras.
Dejando atrás Iruya para ir a recorrer
“la banda”
Comenzando a trepar, aunque por la foto
pareciera que estábamos bajando, la trepada es increíble
en 1era baja, luego se verá la pendiente de las calles en las próximas
fotos.
La máquina estacionada donde ya no
se podía trepar más
La Iglesia de Iruya al fondo y se puede
observar lo que subimos y la pendiente de las callecitas. Acá quiero
hablar un poco del G, y llenando el pecho digo “no puedo creer lo
que este aparato trepa, aún cargado con 1000 kilos, en la puna,
sin piso” si alguna vez tuve alguna queja sobre su velocidad final,
valores de potencia o torque, en este viaje por todo lo que trepamos,
los arenales, los lechos complicados de algunos ríos, etc. y por
todo lo que se bancó me doy cuenta que estaba completamente equivocado
y que sus prestaciones superan más que ampliamente su limitaciones
de velocidad final !!
Lo que comentaba anteriormente, preparando
la carga para llevar provisiones a algún cacerío perdido
en las montañas...
Paisaje sobre el frente del río con
cartel de bienvenidos a Iruya en piedra blanca, de ese margen se encuentra
Iruya:
Se puede observar la pendiente de las callecitas
por las que transitábamos.
El G estacionado en la puerta de nuestro
“hotel”, hecho en el año 1903 por un inmigrante yugoeslavo
que llegó a la puna buscando uno de los antiguos caminos del Inca
y tras la leyenda de la existencia de cargamentos de oro enterrados y
aún no descubiertos (nunca encontró el oro, pero se enamoró
de Iruya, su gente y sus paisajes. Su hija nieta es la actual propietaria
y no ha cambiado nada del interior de la casa de su abuelo)
Placa el la pared del albergue donde consta
la historia y antigüedad del mismo
Espero que les haya gustado. Vale realmente
la pena visitar este pueblito, desde todo punto de vista.
Hasta aqui, el segundo dia.
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